La casa de ensueños de Barbie: un análisis a su arquitectura e interiorismo
09/08/2023
En esta oportunidad, Valeria Giménez y Mariana Siri, docentes de la carrera de Diseño de Interiores de la ESD, realizan un análisis fenomenológico e histórico sobre la mansión de Barbie de la película homónima de la directora Greta Gerwig.
La obra es una representación inspirada en el modernismo de Palm Spring de mediados de siglo. El concepto esta plasmado a la perfección en la casa Kauffman (1946-1947) de Richad Neutra; obra que funcionó como refugio de la familia para pasar los inviernos, a dos horas de Los Ángeles.
Atento a las necesidades espaciales, las orientaciones para recibir la mayor cantidad de luz natural se observan atravesadas por una transición imperceptible con el exterior.
La Dream House se encuentra en un exclusivo barrio cerrado de Barbie Land, donde de manera estratégica el foco de la letra “i” actúa como símbolo de capitalismo y de liderazgo dándole un marco de pertenencia o no a un grupo específico.
Para llegar al sitio hay que abandonar la ciudad frente al mar y recorrer las calles rosas que forman parte también de los suburbios. Aparece en escena el color amarillo indicando la circulación peatonal e ingreso que conecta las mansiones con el recorrido realizado.


Nada queda librado a la imaginación, ya que el concepto de integrar el interior con el exterior queda perfectamente aplicado. Al no poseer muros exteriores, el ingreso queda enmarcado por una puerta doble de gran dimensión.
Los 5 puntos de la arquitectura unificados por Le Corbusier quedan perfectamente expuestos. En la disposición interior del espacio, en la lectura visual de planos verticales y horizontales que la conforman.
Una vez adentro, nos encontramos con un espacio de concepto abierto en el que se desarrolla la vida social. En el primer piso está ubicado el baño y el guardarropas, para ellos se jugó con los planos verticales generando cerramientos mínimos de privacidad.
En el segundo piso se encuentra la habitación con vista a la cuadra donde están dispuestas las casas. Las situaciones de espacios se disponen del centro de la casa hacia afuera haciendo que nada entorpezca la vista al exterior.
La chimenea se mantiene continua de manera vertical accionando como conector entre pisos, mientras que el color rosa juega un rol fundamental, donde la caja contenedora se representa en un rosa claro (estructura) y el mobiliario en un rosa más estridente (usos).

Con respecto al mismo, hallamos muchas piezas de diseño y de referencias, particularmente desde la creación de la muñeca hasta la actualidad. En toda la casa vemos la colección Pedestal, del diseñador Eero Saarinen, compuesta por la Silla Tulip en la versión con apoyabrazos y la mesa Pedestal en sus formatos de comedor, ratona y auxiliar, diseñada en 1957 y producida en 1958 para la empresa Knoll. Lo llamativo de esta familia de muebles es la fundamentación: lo que quería Eero era “terminar con la desprolijidad de las 4 patas de sillas y mesas”, lograda a partir de la simpleza en el diseño.

Continuando en la planta baja, podemos ver una barra circular con una ”estampa” de madera, pero rosa que nos recuerda a los típicos revestimientos de madera oscura y muy veteados de mediados siglo XX o más conocido como estilo Mid Century.


En la siguiente planta, hallamos el tocador de Barbie, que es una clara referencia a la silla/tocador Dilly Dally Vanity para Poltrona Frau, diseñada por Luigi Massoni en 1968, junto con el escritorio Boomerang del escultor francés Maurice Calka, de 1969 para la firma Leleu-Deshays.


La tercera planta, es decir, su dormitorio, está amoblada con las mesas auxiliares de la colección Pedestal ya mencionada utilizadas como mesas de luz, que sostienen lámparas que se han inspirado en las versiones bohemias de los 70s de las lámparas Tiffany, según palabras de la directora Greta Gerwig. Además, encontramos al lado de la cama un sillón con su respectiva otomana que puede hacer referencia tanto a la Silla Womb con otomana, diseño de Eero Saarinen de 1946 y fabricada en 1948, también encomendada por Florence Knoll, quien deseaba “una silla que fuera como una cesta llena de almohadas, algo en lo que pudiera acurrucarse de verdad”; como a la butaca Pratfall de Philippe Stark para Driade de 1980.



Por último, podemos mencionar otras dos referencias y diseños posicionados en los patios: el Sillón 4801 de Joe Colombo diseñado en 1965 para la reconocida marca Kartell, que originalmente fue la única pieza producida por la empresa enteramente en madera debido a que no existía la tecnología necesaria para reproducir la forma con otros materiales. Las curvas y la elegancia del sillón hicieron que fuera un éxito de ventas y estuviera de moda en los años 60. Y la Silla Casalino, del diseñador Alexander Begge de la década de los 70 fabricada en plástico resistente para automóviles; una silla que puede destinarse tanto para el interior como para el exterior y, dentro de los interiores, en oficinas, dato no menor para esta película donde se hace mucho hincapié en la Barbie trabajadora e independiente.
Lxs invitamos a ver el siguiente enlace y reconocer los diseños mencionados: https://www.youtube.com/watch?v=uKgaVlMN7IY
Volviendo a la arquitectura, lo curioso de la obra y de la dinámica de la casa es que no posee escalera. El último piso se conecta directamente por un tobogán a la piscina; esto tiene un sentido de referencia interesante, al ubicarnos en la época en la que se concibió la idea del diseño.
Acá entra en escena el fotógrafo Slim Aarons, quien presenció y captó los horrores de la Segunda Guerra Mundial y se vio reconocido adquiriendo prestigio en la sociedad, generando un vuelco artístico que lo ubica como el elegido de la élite Hollywoodense.
Las “fiestas junto a la piscina” se transformaron en un ícono social de pertenencia imprescindible para la época, retratado en imágenes que actúa como conector en el diseño de la mansión de Barbie y el sueño americano.
En esta obra y en el contexto de “los sueños” podemos encontrar que hay un estudio y un sentido profundo para todo lo creado. El esplendor de la sociedad americana donde la fidelidad de los colores y los guiños de los recursos de diseño extraídos de una simple casa de muñecas hacen que la vida sea perfectamente concebida y vivida en rosa.
